La astrología es una ciencia que se practica desde hace milenios. Es más antigua que la mayoría de las civilizaciones aún existentes. Su legado hasta el día de hoy es realmente abarcador, y su estudio puede resultar realmente fascinante. Uno de los aspectos más profundos que estudia la astrología es el zodiaco, es decir, la manera en que se mueven el sol y la luna y las constelaciones que se forman alrededor de la tierra.
Las constelaciones que conforman al zodiaco son las que dan nombre a los signos que conforman el horóscopo occidental. Los nombres de las constelaciones se relacionan principalmente con animales y con personajes de la mitología antigua. De cada uno de los signos, el zodiaco permite conocer muchos aspectos, que veremos a continuación.
¿Qué revela el zodiaco?
Lo que nosotros conocemos como signos zodiacales suman una serie de valores fundamentales para la astrología. Lo primero es que se corresponden cada uno con un período (dentro de una lista de doce) del calendario. Quien nace en determinada fecha pertenece a determinado signo, y comparte con otras personas un símbolo, un elemento natural, una piedra y, para los más románticos, una estrella, que es la más brillante de la constelación.
Según la astrología, el signo solar puede indicar algunas cuestiones de la personalidad de cada individuo. Según las posiciones de todos los cuerpos celestes al momento del nacimiento, el zodiaco dictará características particulares que no se repiten en todos los de ese signo, sino que son muy más personales.