El universo vive en constante transformación. Los movimientos de los cuerpos astronómicos y celestes son constantes y van configurando un orden regido por sus propias leyes. Es una especie de coordinación dinámica perfecta que los lleva a determinar los destinos de las personas en la tierra en base a lo que hoy conocemos como zodiaco. Desde que el hombre antiguo comenzó su paso por nuestro planeta, el mismo le ha tenido respeto a todo lo que rodea a su medio ambiente, en especial a aquellos fenómenos que ocurren en el cielo.
Incluso en épocas milenarias, se llegó a tener más que respeto hasta cierto temor por lo que en los cielos sucedía. La visión lejana de una realidad le llevó a estudiar y desarrollar disciplinas y creencias en torno a lo que ve que ocurre en el espacio exterior, entendiendo que todo esto era una fuerte que ejercía un poder en su mundo. Hablar de esto, es abordar el origen de tantas religiones, teorías, ciencias aún vigentes, y también de la astrología y el zodiaco. En este oráculo occidental, las constelaciones de astros juegan un papel fundamental, estableciendo arquetipos de personalidad que nos rigen.
Orígenes: el horóscopo y el zodiaco
El horóscopo que nosotros conocemos en la actualidad es una tradición grecolatina. Como todo oráculo, la intención de esta práctica era tratar de ofrecer una luz sobre lo que pasaría en nuestro futuro, siempre sobre la base de que los planetas y demás cuerpos astronómicos ejercer una fuerza sobre el mundo y los hombres. A nivel interno de la disciplina, todo se basa en la idea de que cada acontecimiento especial se da mientras ocurre un movimiento planetario que le dota de sustancia y sentido.
Un ejemplo son los nacimientos y de allí viene la creencia de que cada uno de nosotros esta regido por un planeta, que en el fondo es también un dios con características únicas. Es cuando se nos atribuye que tenemos un signo zodiacal, el cual nos dota de cualidades propias. En este sentido, se supone que el zodiaco es una representación del movimiento y posición que tienen los demás planetas, la luna y el sol en función al planeta Tierra. De esta forma, cada movimiento planetario ocurre en una franja teórica y cada signo tiene el nombre de la constelación más cercana. En pocas palabras, todo aquello que pasa en el espacio, tiene un efecto directo en nuestra existencia.
Cálculo y creencia
Por todo lo dicho, algunas personas creen que el horóscopo del zodiaco es una creencia geocéntrica. Sin embargo, esto no tiene por qué ser un argumento que desprestigie esta práctica ancestral. Después de todo, la ley de atracción establece una relación entre los planetas y unas reglas en las cuales ocurre todo el movimiento planetario. Además, es bien sabida la influencia que tiene la luna en el ciclo de nuestros mares y evidentemente, hasta tu puedes ver que tienes muchas características propias de tu signo que efectivamente viven en ti. Somos un producto universal y no todo es ciencia: ¡los eventos espirituales existen!.