Cuando hablamos de videntes y tarotistas, es tan fácil establecer diferencias como igualdades. En cuanto a las primeras, podemos hablar de la naturaleza de la práctica a la que se dedican. El Tarot consiste en la lectura de símbolos, es una rama de la cartomancia. No se trata de la adivinación, sino de una actividad que ayuda a la comprensión profunda de la realidad, que tiene impacto en el futuro, pero no lo prevé. La videncia, por su lado, se dedica justamente a la premonición.
Por otro lado, una diferencia fundamental es que quienes se dedican a la videncia cuentan con una característica natural que los acompaña desde el nacimiento y que, a lo largo de su vida, deben aprender a canalizar. Los tarotistas pueden aprender a leer la simbología de las cartas sin necesidad de una condición genética.
Similitudes entre los videntes y tarotistas
En ambos casos, se trata de personas con una intuición muy aguda. Son gente que percibe las energías más allá de lo normalmente visible. Ya que ambas cuentan con la capacidad de ayudar a la gente a mejorar su calidad de vida, comparten una vocación por ayudar y hacer un aporte significativo en las vidas que tocan.
Cuando una persona va a una consulta de Tarot o cuando se acerca a visitar a un vidente, normalmente se encuentra en situaciones de crisis o de incertidumbre. Ambas personas tienen la característica de querer aclarar, aliviar y mejorar el panorama de vida de la gente con la que colaboran.